¿Por qué algunos platos se ven espectaculares en fotos… y otros no?
- Manuel Perez de Guzman

- 23 sept
- 4 Min. de lectura
Seguro que te ha pasado: pruebas un plato increíble en tu restaurante y, cuando lo intentas fotografiar, la magia desaparece. El sabor es el mismo, pero en pantalla no luce igual. ¿Por qué ocurre esto? Hoy te cuento los motivos y cómo solucionarlo para que tus platos brillen en fotos tanto como en la mesa.

No es el plato, es la luz
Puede sonar subjetivo, ¿verdad? Lo que para una persona es “una luz bonita”, para otra puede resultar plano o poco atractivo. Y es que la percepción de la luz siempre tiene algo de interpretativo. Pero lo cierto es que existen formas de iluminar que, de manera bastante universal, hacen que la comida se vea más apetecible.
En fotografía gastronómica solemos hablar de dos grandes tipos de luz:
Luz dura: genera sombras definidas. Piensa en el sol del mediodía cayendo directo sobre un plato, o en un flash sin difusor. Esta luz resalta volúmenes y hace que los brillos de los alimentos sean más intensos. Ideal para destacar texturas como la corteza crujiente de un pan o el brillo de una salsa.
Luz suave: es difusa, como la que entra por una ventana orientada al norte en un día nublado. Suaviza las sombras, potencia los colores y unifica la escena. Perfecta para platos con muchos ingredientes de distintos tonos, como ensaladas o pokes.
El truco está en saber elegir qué tipo de luz usar según el plato. Una hamburguesa puede parecer seca con una luz plana, pero si aplicas luz dura en el ángulo correcto, de repente el queso brilla, el pan se ve esponjoso y la carne jugosa. En cambio, una crema de verduras ganará mucho más con luz suave que realce sus colores vivos y su textura uniforme.
En definitiva, no se trata de “buena” o “mala” luz, sino de usar la luz adecuada para resaltar lo mejor de cada plato.
La importancia del estilismo
La mayoría de platos no están pensados para la cámara, sino para comerse. Por eso, un poco de food styling marca la diferencia.
Colocar un ingrediente en el ángulo correcto.
Añadir un toque de brillo con aceite o agua pulverizada.
Jugar con vajilla y fondo que no distraigan.
👉 Aquí es donde un fotógrafo gastronómico y un buen estilismo transforman lo cotidiano en espectacular.
Expectativas visuales: no todo funciona igual
No todos los platos tienen el mismo “potencial fotográfico”. Un poke bowl lleno de colores vivos suele lucir mejor que un guiso marrón. Pero eso no significa que los guisos no tengan solución:
Se puede destacar el vapor para transmitir calor y frescura.
O usar un fondo rústico y luz cálida que evoque hogar.
El truco está en adaptar el lenguaje visual al tipo de plato.
Foto casera vs. foto profesional
Todos tenemos un móvil con buena cámara, pero la diferencia está en el resultado:
Foto casera: luz de techo, ángulo improvisado, colores apagados.
Foto profesional: composición pensada, control de luz, postproducción justa.
El plato es el mismo, pero la percepción cambia radicalmente. Y eso se traduce en reservas, ventas y reputación.
Casos reales: cuando la foto cambia la percepción
Un cliente nuestro servía ensaladas frescas y saludables, pero en redes no conseguía transmitir esa idea. Tras una sesión de foto y vídeo gastronómico, donde jugamos con colores vivos, vajilla clara y planos dinámicos, pasó de tener un feed apagado a generar comunidad y más reservas diarias.
Otro ejemplo: un restaurante de cocina tradicional que pensaba que sus guisos “no quedaban bien en foto”. Bastó una sesión con luz cuidada y planos cercanos para que sus platos empezaran a recibir comentarios como “me recuerda a la comida de mi abuela”.
Consejos prácticos para que tus platos se vean espectaculares
Si no sabes de luz, usa una luz suave como la de una ventana que no dé al sol.
Escoge vajilla neutra que no robe protagonismo.
Añade un toque fresco (hierbas, semillas, gotas de aceite) justo antes de disparar.
Juega con ángulos: cenital para platos completos, 45º para resaltar volumen, detalle para texturas.
Por cierto, si lo que buscas es ir un paso más allá y tener fotos y vídeos que de verdad transmitan la esencia de tu restaurante, aquí tienes a tus fotógrafos gastronómicos en Madrid.
Haz que tus fotos trabajen por ti
No todos los platos parten con ventaja, pero todos pueden lucir espectaculares si se trabaja bien la luz, el ángulo y el estilismo. La diferencia entre una foto que pasa desapercibida y una que genera reservas no está en la receta, sino en cómo se cuenta visualmente.
Descarga aquí nuestro checklist de estilismo y empieza a aplicar estos trucos en tu restaurante.
Y si ves que te bloqueas y no puedes realizar las fotos de tu restaurante como te gustaría, te invitamos a que contactes con nosotros para que puedas delegar las fotos en Puchero Estudio. Que a veces también sienta muy bien delegar las cosas y dejar que los profesionales se ocupen.

