¿Por qué invertir en fotografía profesional gastronómica si ya tengo un buen chef?
- Sara Pista
- 9 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept
Tener un gran chef es imprescindible; pero si tus platos no enamoran a primera vista, muchos clientes ni llegan a probarlos. La fotografía gastronómica profesional no compite con cocina: la traduce en imágenes que venden en tu web, redes y delivery. En estas líneas te cuento, de forma directa y sin tecnicismos, por qué merece la pena y cómo una sesión bien planteada te deja un banco de imágenes coherente, apetecible y listo para convertir.
El chef cocina; la foto vende (y por qué no es lo mismo)
Tu chef puede clavar el punto del risotto y el brillo del glaseado, pero vender ese sabor en pantalla es otro oficio. En Madrid nos pasa mucho: nos dicen “con la del móvil vale” y, en cuanto controlamos luz y textura, el plato por fin luce como sabe. Cocinar no es iluminar, estilizar ni editar. Trabajamos con esquemas de luz que respetan el color real, resaltan brillos apetecibles y ayudan a leer la textura. Cuidamos encuadre, fondos y props para que la historia del plato sea clara: quién es el protagonista, qué aporta tu restaurante y dónde debe hacer clic el cliente (reserva, carta, delivery). Nuestro objetivo no es “hacer fotos bonitas”; es crear imágenes que convierten.
Qué ganamos con una sesión profesional bien planificada (alcance real)
Llegamos con la preproducción hecha: guión de platos priorizados, paleta de color, props y check de cocina. Durante la sesión marcamos un ritmo realista para cubrir los platos estrella de la carta y novedades sin entorpecer el turno en cocina. Combinamos planos cenitales, a tres cuartos y detalles para abastecer carta, imágenes pata web y creatividades en redes. Entregamos un banco de imágenes preparado para varios usos: formatos optimizados para carga rápida, versiones específicas para fichas de delivery (claridad, contraste, fondo limpio). Como solemos decir: “el chef cocina emociones; nosotros las traducimos a luz, color y encuadre”.
Móvil vs profesional: diferencias que se notan en web, RRSS y delivery
La cámara del móvil ha mejorado, sí, pero no resuelve lo que más vende: luz, color y textura controlados. Con equipo y técnica profesional evitamos dominantes extrañas, recuperamos volumen en salsas oscuras y mantenemos blancos limpios en la vajilla. La edición sella el resultado: equilibramos brillos de aceites, marcamos el “punto” del crujiente sin falsearlo y damos consistencia para que tu feed no parezca hecha por tu cuñado de confianza. Cuando fotografiamos el mismo plato con luz de sala y con luz modelada, la diferencia en comprensión del producto es inmediata: el usuario entiende mejor qué está comprando y decide con más seguridad. En delivery, una imagen limpia y con buen contraste destaca entre docenas de opciones.
Aquí vemos la diferencia entre una foto hecha por un Chef a una foto hecha por nosotros.
Por qué invertir en fotografía profesional gastronómica sin disparar costes
Lo que hace que los restaurantes repitan no es una mega sesión puntual, sino sesiones mas periódicas alineadas con cambios de carta, festividades y campañas. Cada encuentro refresca los éxitos de ventas, incorpora novedades y actualiza alguna bebida o postre.
Si quieres echar un vistazo a nuestro trabajo y así te haces una idea más clara de todo lo que hemos comentado aquí, puedes visitar nuestra web de Puchero Estudio y verás las ganas que te entran de empezar a invertir en fotografía gastronómica profesional.
Próximos paso a seguir
Si la cocina es el corazón de tu restaurante, la fotografía es la puerta de entrada. Cuando traducimos sabor en imagen con luz, color y textura controlados, tus platos se entienden mejor, reducen dudas y ganan presencia en web, redes y delivery. Esperamos que ahora tengas mas claro por qué nosotros podemos ser tus fotógrafos gastronómicos de confianza aunque tengas un chef aficionado al Instagram.
